LESBOS,
En su mensaje a los ciudadanos y a la comunidad católica reunida en la isla de Lesbos, el Papa Francisco expresó su admiración y su gratitud al pueblo griego por acoger a miles de refugiados de Medio Oriente, a pesar de la dura crisis económica que atraviesa.
"Desde que Lesbos se ha convertido en un lugar de llegada para muchos emigrantes en busca de paz y dignidad, he tenido el deseo de venir aquí", dijo Francisco, agradeciendo a Dios, a las autoridades civiles de Grecia, al Patriarca Ecuménico de Constantinopla (Turquía), Bartolomé I, y al Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II.
"Quisiera expresar mi admiración por el pueblo griego que, a pesar de las graves dificultades que tiene que afrontar, ha sabido mantener abierto su corazón y sus puertas", dijo Francisco.
"Muchas personas sencillas han ofrecido lo poco que tenían para compartirlo con los que carecían de todo. Dios recompensará esta generosidad, así como la de otras naciones vecinas, que desde el primer momento han acogido con gran disponibilidad a muchos emigrantes forzados", aseguró.
Grecia se sumergió en una profunda crisis económica desde fines de 2009, con una deuda externa de alrededor de 358 millones de dólares. La situación sumergió al país en profundas medidas de austeridad. Para 2015 se estimaba que el desempleo había alcanzado al 26% del país.
Ese mismo año, más de 851 mil refugiados llegaron a Grecia cruzando el mar, principalmente desde Siria, Afganistán, Irak, Pakistán y Somalia.