ROMA,
La visita del Papa Francisco a Lesbos servirá para mostrar al mundo que los migrantes, antes que un número, son personas con una historia, sueños y nombres, afirmó el P. Leone Kiskinis, el único párroco católico presente en la isla griega que el Pontífice visitará el sábado 16 de abril.
En declaraciones a Radio Vaticana, el sacerdote destacó el interés que el Santo Padre ha mostrado por el problema de los refugiados desde el inicio de su Pontificado, como cuando el 8 de julio de 2013 visitó la isla Italiana de Lampedusa, punto de llegada de miles de migrantes que huyen de la violencia y pobreza en África.
Por ello, dijo que la decisión de visitar la isla griega es no casual. "Es un viaje de testimonio a todo el mundo de que los migrantes, antes de ser un número en un campo de acogida, son personas que tienen una historia, tienen sus sueños, tienen un nombre. Por tanto, son personas que necesitan ser tratados con dignidad, por personas humanas", expresó.
En ese sentido, el P. Kiskinis destacó no solo la actuación de las autoridades y organizaciones locales para acoger a los refugiados que llegan de Medio Oriente, sino especialmente de "la población y las personas simples que han demostrado una fraternidad, una humanidad nunca vista en esta parte".
"Los ciudadanos de Lesbos no han cerrado las puertas, no han cerrado los corazones, no han creado fronteras o barreras, sino que dio la bienvenida a estas personas con la esperanza de que puedan recibir calor y acogida en Europa, que es la patria de los derechos humanos", expresó.
La visita del Papa también será a la vez un encuentro ecuménico, pues Francisco estará acompañado por el Patriarca Ecuménico de Constantinopla (Turquía), Bartolomé I, y del Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II.