ROMA,
"El don que tenemos en África es ser capaces de sonreír a pesar de estar sufriendo. De otra manera uno estaría con depresión y falto de esperanza. Los problemas son muchos pero cuando uno no es capaz de resolverlos, no queda otra que confiar en Dios", expresó el Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, Mons. Ignatius Kaigama.
En su paso por Chile, el también Arzobispo de Jos Mons. Kaigama compartió su testimonio en el auditorio de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política de la Universidad Católica en el campus San Joaquín.
El Prelado relató que debido a la persecución "hemos tenido que suspender las fiestas religiosas en las calles por temor a Boko Haram" -grupo terrorista musulmán que opera en Nigeria, Níger y Chad- y tomar una serie de medidas de seguridad ante posibles atentados como: estacionar los autos lejos de las iglesias, asistir sin bolsos o carteras a Misa, pasar por detector de metales, entre otras.
"En todos lados hacen estallar bombas, en los mercados, iglesias, bazares, colegios, bancos. Incluso en los campos de refugiados las mujeres van con cinturones de bombas, haciéndose pasar por refugiadas y pidiendo ayuda, entran y estallan", explicó Mons. Kaigama.
"Pero la vida debe continuar. Yo les digo -a los cristianos- que no estén asustados porque los hace vulnerables y eso es lo que Boko Haram quiere lograr", dijo Mons. Kaigama
Ese llamado ha hecho que los cristianos sigan llenando las iglesias los domingos, pero no evita que a veces afloren deseos de venganza ante la grave violencia de la que son víctimas.