VATICANO,
Al término de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco tuvo un breve y emotivo encuentro en la Plaza de San Pedro con Lizzy Myers, una pequeña niña de cinco años cuyo deseo era conocer personalmente al Pontífice. La menor aún no sabe que se quedará ciega y sorda a causa de una rara enfermedad llamada Síndrome de Usher tipo B.
La pequeña Elizabeth llegó al Vaticano junto a sus padres y su hermana menor gracias a una cadena de solidaridad internacional, donde participaron también UNITALSI (Unión Nacional Italiana para el traslado de los enfermos a Lourdes y a los Santuarios internacionales), una empresa que ofreció alojamiento y Turkish Airlines, que la trasladó desde su natal Ohio (Estados Unidos), hasta la capital italiana.
En las imágenes se ve al Santo Padre acercarse al lugar dispuesto para los enfermos y personas con discapacidad en la Plaza de San Pedro hasta encontrarse con la niña, quien se levantó de su sitio para abrazar a Francisco. Ante la mirada emocionada de los padres, el Papa bendijo sus ojos, le acarició el rostro y le regaló un rosario.
Christine, madre de la niña, dijo que sintió una gran paz y agradeció a todos los italianos que les demostraron un gran afecto.
Sobre cómo nació la idea de ver a Francisco, la mamá señaló que Lizzy "va a una escuela católica, mi familia es católica por generaciones, así que ella ha crecido en la fe católica, y en su escuela hablan del Papa Francisco y que ha estado en Estados Unidos".