"No puedo creer que sea un bebé de verdad. No puedo creer que alguien haya hecho esto", dijo, entre lágrimas Paula Andrews, al rescatar a un bebé varón recién nacido de un compactador de basura. Era la noche del 25 de marzo de este año, Viernes Santo, en Everett, estado de Washington (Estados Unidos).
Su novio, Jeff Meyers, señaló a la televisora KING, afiliada a la NBC, que ambos "sentimos que es un milagro".
"Sucedió en Viernes Santo. Me emociono. Me emociono cuando hablo de eso", indicó.
Todo comenzó cuando Paula llegó al compactador del complejo de departamentos donde trabaja como supervisora de mantenimiento y arrojó una bolsa de basura a su interior. En ese instante le pareció escuchar el llanto de un bebé y se arrojó dentro del compactador para rescatarlo.
"Ella debe haber entrado hasta dos pies y medio (poco más de medio metro) de basura –probablemente alrededor de 20 bolsas– y descubrió ahí este bebé recién nacido", relató Jeff Meyers, que acompañaba a Paula esa noche.