ROMA,
El 4 de marzo de 2016, después del ataque del Estado Islámico (ISIS), al albergue para ancianos y discapacitados de las Misioneras de la Caridad en Aden (Yemen), la única sobreviviente, la hermana Sally, relató su testimonio de la masacre a la hermana Río, que a su vez fue registrado por otra misionera, la hermana Adriana.
Este testimonio circuló por varias comunidades religiosas en Estados Unidos, mientras el Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, consideraba declarar que las acciones del Estado Islámico en Medio Oriente eran un genocidio contra los cristianos y otras minorías religiosas.
Durante la Misa del 14 de marzo de 2016, en honor a las religiosas asesinadas en Yemen, el Obispo Auxiliar de San Luis (Estados Unidos), Mons. Edward Rice, leyó el impactante relato de la hermana Río.
"A causa de su fidelidad estuvieron en el lugar correcto en el momento adecuado y estuvieron listas cuando el Novio (Ndr: Jesús) llegó", dijo el Prelado. "Estoy impactado por la fe reflejada en esas palabras", dijo el Obispo.
"El Santo Padre especula que en el momento de su muerte, Santa Teresa de Calcuta estuvo esperando a sus hermanas para llevarlas al Señor. Sin embargo, no por disentir con el Papa Francisco, pienso que fue incluso más, al momento de su muerte el mismo Cristo estuvo ahí para recibirlas y proclamar: 'Bien hecho, buenas y fieles sirvientes. Vengan, reciban la alegría de su Señor'".
A continuación el texto con el testimonio: