ROMA,
"Nuestro pueblo se enfrenta a la realidad, a la pérdida y destrucción de sus casas. Tienen que empezar una nueva vida a partir de los montones de escombros", asegura el Obispo de Maiduguri (Nigeria), Mons. Oliver Dashe.
69 sacerdotes atienden pastoralmente la diócesis de Maiduguri. El año pasado, revela la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), 20 presbíteros tuvieron que huir junto a más de 80 mil cristianos ante los ataques de los extremistas musulmanes de Boko Haram contra templos, hospitales casas y escuelas.
Sin embargo, asegura Mons. Dashe, los terroristas "pueden destruir nuestras estructuras, pero no nuestra fe. Somos purificados en la persecución. Tenemos que aprender a perdonar como Cristo mismo perdonó".
Pero en esta labor, sabe Mons. Dashe, necesitan la ayuda generosa de sus hermanos en la fe.
El Prelado africano ha pedido a AIN una ayuda de 30 mil euros (cerca de 34 mil dólares) para sostener a sus sacerdotes. Como agradecimiento, los presbíteros se han comprometido a celebrar 3 mil 750 misas entre todos por las intenciones de los donantes.
"Los estipendios de Misa son el mayor soporte de nuestros sacerdotes, dado que su medio de vida depende de la generosidad de su pueblo y éste hoy, está sumido en la pobreza", explicó Mons. Dashe, al tiempo que aseguró que garantizan a los donantes "el uso correcto de cada una de las aportaciones que nos hacen".