MADRID,
El martes el tejado de la parroquia de Coiro, en la localidad de Cangas, Pontevedra (España) se derrumbó. El sacerdote a cargo, P. Benito de la Iglesia, dijo a la prensa local que "gracias a Dios no pasó nada, pero pudimos haber muerto todos".
Afortunadamente en ese momento la iglesia se encontraba cerrada, pero el día anterior se había celebrado un funeral en el templo y el mismo párroco había estado en el interior de la iglesia poco antes de que se derrumbara el techo.
Hasta hace unos años la parroquia se abría para celebrar misa todos los días, pero ahora solo se abría los domingos y días de precepto. Algunos de los vecinos del barrio aseguran que recientemente habían aparecido grietas en los muros y el tejado estaba hundido por un lado.
Ahora la capilla está precintada por medidas de seguridad. El campanario y parte de los muros exteriores que permanecen en pie corren serio riesgo de desplomarse.
"La fachada sur y el campanario son las partes de la capilla que están más frágiles, y en las que el peligro es inminente. Así que mejor actuar hoy que mañana", apuntaron.