ROMA,
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), rindió homenaje a las cuatro misioneras de la caridad martirizadas en Yemen por terroristas musulmanes y reiteró su llamado a la comunidad internacional para responder al extremismo islámico, así como al Congreso del país para declarar como "genocidio" la persecución religiosa que sufren en estos momentos las minorías cristianas y yazidíes en Medio Oriente.
El viernes 4 de marzo un grupo de terroristas musulmanes ingresaron al convento de las Misioneras de la Caridad en Aden (Yemen) y asesinaron a las hermanas Anselm (60), Judith (41), Margarita (44) y Reginette (33); junto a otras doce personas con las que atendían el albergue de ancianos y discapacitados.
"El cuidado de los ancianos y los moribundos es un acto de amor y misericordia", afirmaron los obispos. En ese sentido, "darse por completo en servicio de los más vulnerables de nuestros hermanos y hermanas es un acto de fe valiente" y siempre "es un gran dolor cuando tales actos de piedad llevan al martirio". El Papa Francisco reconoció que estas religiosas dieron "su sangre por la Iglesia" y son "mártires de la caridad".
Sin embargo, recordaron los obispos, el Santo Padre advirtió que las cuatro religiosas fueron "víctimas no solo de aquellos que las asesinaron, sino también de la globalización de la indiferencia". Por ello, invitaron a los fieles y personas de buena voluntad a solidarizarse con todos quienes a causa de su fe "ven sus vidas amenazadas por el mal, la indiferencia, el odio y el terrorismo".
Asimismo, reiteraron su llamado a "incrementar una respuesta internacional" y al Congreso de Estados Unidos a reconocer oficialmente que los cristianos en Medio Oriente, junto a los yazidíes y otras minorías religiosas, sufren un genocidio a manos del Estado Islámico (ISIS), Al Qaeda y otros grupos terroristas musulmanes.
"Esa declaración (de genocidio) sería una ayuda para salvar vidas en defensa de aquellos que enfrentan la violencia extremista. La comunidad cristiana junto a otros está ayudando a reunir la evidencia necesaria para urgir al Departamento de Estado a tomar acción", indicaron los obispos.