SANTIAGO DE CHILE,
Cientos de feligreses chilenos y argentinos participaron en la "Misa por la Paz" a los pies del Cristo del Tromen, que marca el límite entre ambos países en el paso fronterizo Mamuil Malal, Curarrehue.
El encuentro fraterno realizado como de costumbre desde 1950 es un signo de paz entre ambos pueblos y fue iniciado por Mons. Francisco Valdés Subercaseaux, el primer Obispo de Osorno, un capuchino misionero conocido como el Padre Pancho en la zona de la Araucanía.
La Eucaristía que se realiza especialmente por la paz y la hermandad entre las naciones fue presidida por el Obispo chileno de la diócesis de Villarrica, Mons. Francisco Javier Stegmeier, y por el Obispo argentino de la diócesis de Neuquén, Mons. Virginio Bressanelli.
En su homilía Mons. Bressanelli, dijo "como siempre este es un encuentro muy alegre y festivo. Es muy bonito lo que se ha hecho en este lugar para poder compartir con fraternidad".
"Muchas familias chilenas y argentinas han llegado como cada año para reunirse aquí con unidad. Entre los pueblos debemos ser uno, acá estamos unidos por la Fe a pesar de estar separados por una frontera".