VATICANO,
La catequesis del Papa Francisco este miércoles en la Audiencia General trató la figura de Dios Padre que "ama a sus hijos, los ayuda, los cuida, los perdona".
El Pontífice aseguró que "el pueblo de Dios, es decir la Iglesia, no necesita dinero sucio, necesita de corazones abiertos a la misericordia de Dios".
"Es necesario acercarse a Dios con manos purificadas, evitando el mal y practicando el bien y la justicia" y "como padre, los educa y los corrige cuando se equivocan, favoreciendo su crecimiento en el bien", añadió.
En la Plaza de San Pedro, el Pontífice comentó un texto del profeta Isaías en el que habla de "un padre afectuoso pero también atento y severo, que se dirige hacia Israel acusándolo de infidelidad y de corrupción, para llevarlo sobre la vía de la justicia".
"Dios, mediante el profeta, habla al pueblo con la amargura de un padre decepcionado: ha hecho crecer a sus hijos, y ahora ellos se han revelado contra Él", afirmó.
"El pueblo no reconoce más a Dios" pero "Dios deja de hablar del amor y apela a la conciencia de estos hijos degenerados para que se arrepientan y se dejen amar de nuevo". Y esto "es lo que hace Dios: viene a nosotros para amarnos", agregó.