VATICANO,
El Papa Francisco recibió este lunes al Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Tewahedo de Etiopía, Abuna Matthias I, en un encuentro donde el Santo Padre abordó el drama de los nuevos mártires en Medio Oriente y en África, cuya sangre "es una invitación a nosotros aquí y ahora a caminar juntos hacia la unidad cada vez más plena".
Durante el encuentro, el Santo Padre recordó las palabras del Apóstol San Pablo cuando afirma que "si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se regocijan con él".
"Los sufrimientos compartidos han hecho que los cristianos, divididos por el contrario en muchos aspectos, se acercasen unos a otros. De la misma manera que el derramamiento de la sangre de los mártires se convirtió en la semilla de nuevos cristianos en la Iglesia primitiva, hoy en día la sangre de tantos mártires de todas las iglesias se convierte en semilla de la unidad de los cristianos", señaló el Papa.
En ese sentido, afirmó que "los mártires y los santos de todas las tradiciones eclesiales ya son uno en Cristo; sus nombres están escritos en el único martirologio de la Iglesia de Dios. El ecumenismo de los mártires es una invitación a nosotros aquí y ahora a caminar juntos hacia la unidad cada vez más plena".
Francisco recordó que la Iglesia Ortodoxa Tewahedo ha sido desde el principio una Iglesia de mártires y que todavía hoy en día es testigo ''de una violencia devastadora contra los cristianos y otras minorías en el Oriente Medio y en algunas partes de África".
"No podemos dejar de llamar una vez más, a los que tienen en sus manos la suerte política y económica del mundo, a la promoción de una coexistencia pacífica basada en el respeto mutuo y la reconciliación, el perdón mutuo y la solidaridad", señaló.