Ian y Brittani McIntire viven un momento muy difícil tras enterarse que uno de los mellizos que esperan podría morir al nacer por graves dolencias en el corazón y el cerebro. Sin embargo, un ultrasonido (ecografía) los ha llenado de esperanza pues se les ve aparentemente de la mano.
Mason, como han llamado al bebé por nacer, tiene un agujero en el corazón y una deficiencia severa en el cerebro lo que podría causarle la muerte. La familia ahora se aferra a la fe pidiéndole a Dios que pueda sobrevivir.
Ian y Brittani ya tenían dos hijas y no pensaban tener más niños. Su embarazo, explican, fue una sorpresa.
"Fuimos por una ecografía a la sexta semana y me dijeron que había un corazón latiendo y que también se escuchaba otro", relata Brittani a KWCH12 en Hutchinson, estado de Kansas en Estados Unidos.
Los médicos explicaron luego que el niño no estaba creciendo como debía. "Solo pesa nueve onzas (unos 250 gramos) y su hermana ya tiene dos libras (unos 900 gramos), entonces hay una gran diferencia en tamaño", afirma la madre.
La única forma de que su pequeño hijo sobreviva, explica, "sería una cirugía pero no le operarán del corazón debido al problema que tiene en el cerebro".