Pregunta: Santidad, dentro de unas pocas semanas va a recibir el premio Carlomagno, uno de los premios más prestigiosos de la comunidad Europea, que también su predecesor San Juan Pablo II lo recibió. Parece que la Unión Europea está perdiendo pedazos con la crisis del euro y ahora con la crisis de los refugiados. ¿Tiene usted una palabra para nosotros en una situación de crisis de Europa?
Respuesta: Sobre el premio Carlomagno, yo tenía la costumbre de no aceptar premios o reconocimiento, pero desde siempre, no por humilde sino porque no me gustan estas cosas. Quizá un poco de locura, es bueno tenerla (sonrisas), pero no me gustan. Pero en este caso, no digo forzado, pero sí convencido con la santa y teológica cabezonería del Cardenal Kasper, que ha sido electo de Aquisgrán para convencerme.
Y yo he dicho sí, pero en el Vaticano. Y he dicho esto: lo ofrezco por Europa, que sea un premio para que Europa pueda hacer aquello que yo he deseado en Estrasburgo: que no sea la abuela Europa sino la madre Europa.
Segundo, el otro día, leyendo las noticias sobre esta crisis –yo leo poco, hojeo solo un periódico durante 15 minutos –no quiero decir el nombre para no crear celos, pero se sabe– y luego me hago informar por la secretaría de Estado. Una palabra que me ha gustado, y no sé quién la aprueba o quién no: la refundación de la Unión Europea. Y yo he pensado en los grandes padres, pero hoy dónde está un Schumann, un Adenauer, y todos estos grandes que después de la guerra han fundado la Unión Europea. Y me gusta esta idea de la refundación. Ojalá se pueda hacer. Porque la Europa no diría que es única, pero tiene una fuerza, una cultura, una historia, que no se puede desperdiciar. Y debemos hacer todo porque la Unión Europa tenga la fuerza y la inspiración de ir hacia delante. Eso es lo que creo yo.
Pregunta: Santo Padre Ud. ha hablado mucho sobre la familia y el Año Santo de la Misericordia durante este viaje, pero algunos se preguntan, ¿cómo es posible que una Iglesia misericordiosa con más facilidad perdona a un asesino que un divorciado vuelto a casar?
Respuesta: Ah, ¡me gusta esta pregunta! Sobre familia, han hablado dos sínodos. El Papa habló todo el año durante las catequesis de los miércoles, y la pregunta es verdadera, me gusta la pregunta porque usted la ha hecho 'plásticamente' bien. En el documento post-sinodal que saldrá antes de Pascua, se retoma todo lo que el Sínodo abordó en uno de los capítulos habló sobre los conflictos o sobre las familias heridas y la pastoral de las familias heridas. Es una de las preocupaciones, como otra es la preparación al matrimonio. Imagínese: para ser cura, es necesario estudiar por 8 años y luego, si no lo logras, pides una dispensa y te vas. Pero, para un sacramento que dura toda la vida, tres, cuatro clases… La preparación al matrimonio es muy importante, muy muy importante, porque creo que es algo que en la Iglesia, al menos en la pastoral común, al menos en mi país en Sudamérica no ha contado tanto. Por ejemplo, ahora no mucho, pero hace algunos años había en mi país la costumbre de los casamientos 'de apuro', casamientos hechos con prisa porque viene un niño, para taparlo socialmente y salvar el honor de la familia y ahí no eran libres. Y muchas veces estos matrimonios son nulos, y yo, como obispo, he prohibido hacer esto a los sacerdotes cuando existía esto… que nazca el niño, que permanezcan como novios y cuando sientan hacerlo para toda la vida que vayan adelante, pero existe una falta del matrimonio.
Otro capítulo muy interesante es la educación de los hijos. Las víctimas de los problemas familiares son los hijos, pero también los problemas de la familia que el marido y la mujer quieren, por ejemplo, las necesidades de un trabajo, cuando el padre no tiene tiempo para hablar con sus hijos, cuando la madre no tiene tiempo libre para hablar con sus hijos cuando yo confieso a una pareja que tiene hijos, un matrimonio les digo: '¿cuántos hijos tienen?'. Algunos se asustan porque dicen: 'el sacerdote me preguntará por qué no tengo más…' y yo digo 'le haré una segunda pregunta: '¿Usted juega con sus hijos?' Y la mayoría, casi todos, dicen que ¨Padre no tengo tiempo, trabajo todo el día¨, y los hijos son víctimas, es un problema social que hiere a las familias. Me gusta su pregunta.
Una tercera cosa interesante es que en el encuentro con las familias en Tuxtla Gutiérrez había en una pareja de casados en segunda unión integrados en la pastoral de la Iglesia y la palabra clave que usó el Sínodo y que yo retomaría es integrar en la vida de la Iglesia a las familias heridas, las familias vueltas a casar, pero no olvidar a los hijos en medio. Ellos son las primeras víctimas, sea para las heridas, sea para las condiciones de pobreza, de trabajo…
Re- Pregunta: ¿Esto quiere decir que pueden recibir la comunión?
Esto es algo último, integrar en la iglesia no significa conceder la comunión porque yo conozco a católicos casados en segundas nupcias que van a la iglesia tres o cuatro veces al año, y 'yo quiero hacer la comunión', como si fuera un título honorífico. Un trabajo de integración... Todas las puertas están abiertas, pero no se puede decir que estas personas puedan comulgar. Esto sería una herida, también para los matrimonios, porque esto no los haría proceder por ese camino de integración. Y estos dos eran felices y usaron una expresión muy linda: nosotros no hacemos la comunión eucarística, pero sí estamos en comunión cuando visitamos a hospitales y en esto, y en esto. Su integración es esa. Si hay algo más, ya lo dirá el Señor. Es un camino, una strada.
Pregunta: Los medios han publicado el intercambio de cartas entre el Papa Juan Pablo II y la filósofa americana Anna-TeresaTymieniecka, que tenía un gran afecto por el Papa polaco. Según usted, ¿un Papa puede tener una relación tan íntima con una mujer? ¿Usted conoce o ha conocido este tipo de experiencia?
Respuesta: Esto lo conocía. Conocía esta relación de amistad entre san Juan Pablo II y esta filósofa cuando estaba en Buenos Aires. Era una cosa que se sabía, también los libros de ella son conocidos. Juan Pablo II era un hombre inquieto. Después yo diré que un hombre que no sabe tener una buena relación de amistad con una mujer –no hablo de los misóginos que estos están enfermos– es un hombre que le falta alguna cosa.
Y yo por experiencia propia cuando pido un consejo, a un colaborador o a un amigo, me gusta también escuchar el parecer de una mujer. Y te da mucha riqueza. Miran las cosas de otro modo. A mí me gusta decir que la mujer es la que construye la vida en el vientre. Esta es una observación que hago. Y tienen éste carisma de darte cosas para construir. Una amistad con una mujer no es pecado. Es amistad. Una relación amorosa con una mujer que no sea tu mujer es pecado. ¿Entendido? Y el Papa es un hombre, tiene necesidad incluso del pensamiento de las mujeres y también el Papa tiene un corazón que puede tener una amistad sana, santa con una mujer. Hay santos amigos: Francisco y Clara, Teresa y San Juan de la Cruz. No hay que asustarse, pero las mujeres todavía no están bien consideradas. No hemos entendido totalmente el bien que una mujer puede hacer a la vida del cura y de la Iglesia, en un sentido de consejo de ayuda, de sana amistad.
Pregunta: Santidad, muy buenas tardes. Yo vuelvo sobre el tema de la ley que está por ser votada en Italia. Es una ley que de alguna manera involucra a otros Estados porque otros Estados también han puesto en su atención leyes que corresponden a uniones entre personas del mismo sexo. Existe un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe que data de 2003 que dedica una amplia atención a esto y dedica un capítulo al comportamiento que deben tener los parlamentarios católicos en el Parlamento ante estas leyes. Se dice expresamente que los parlamentarios católicos no deben votar estas leyes. Considerando que existe mucha confusión sobre esto le quería preguntar, ante todo si este documento del 2003 tiene todavía un valor. Y efectivamente cuál es el comportamiento que un parlamentario católico debe tener. Después de Moscú, El Cairo, ¿hay otro deshielo que se observa al horizonte? Me refiero a la audiencia que usted desea con el Papa de los sunitas, llamémoslo así, el Imán de Al Azhar.
Respuesta: Sobre esto fue Monseñor Ayuso a El Cairo la semana pasada para encontrar al segundo del Imán y también a saludar al imán. Monseñor Ayuso, Secretario del Cardenal Tauran, del Pontificio Consejo del Diálogo Interreligioso. Yo quiero encontrarlo, sé que a él le gustaría, estamos buscando el modo, siempre a través del Cardenal Tauran porque es el camino… pero lo lograremos.
Sobre lo otro, yo no recuerdo bien ese documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero un parlamentario católico debe votar según la propia conciencia bien formada. Esto diría, sólo esto. Creo que es suficiente, y digo bien formada porque no es la conciencia lo que te detiene... Recuerdo cuando fue votado el matrimonio entre personas del mismo sexo en Buenos Aires y estaba ahí, emparejado en los votos, al final uno aconsejó a otro: ¿Tú ves claro? No. Tampoco yo, pero así perdemos. Pero si no vamos no damos quórum. Pero si damos el quórum damos el voto a Kirchner. Prefiero darlo a Kirchner y no a Bergoglio, y adelante. Esto no es conciencia bien formada. Y sobre las personas del mismo sexo repito lo que dije en el viaje de Río de Janeiro, que está en el Catecismo de la Iglesia católica.
Pregunta: Aún no volvimos a Roma y estamos pensando en los próximos viajes. Santo Padre, ¿cuándo viajará a la Argentina, donde lo esperan desde hace tanto tiempo? ¿Cuándo volverá a Latinoamérica? ¿O a China? Y una broma: Usted habló muy seguido en este viaje de soñar, ¿qué sueña usted? y, sobre todo, ¿cuál es su pesadilla?
Respuesta: La "China" (risas), ir allá. Me gusta mucho. Quiero decir una cosa justa sobre el pueblo mexicano. Es un pueblo de una riqueza muy grande. Es un pueblo que sorprende. Tiene una cultura milenaria. ¿Ustedes saben que hoy en México se hablan 65 lenguas? Contando los indígenas, 65. Es un pueblo de una gran fe, aunque ha sufrido persecución religiosa, hay mártires, ahora canonizaré a dos, dos o tres.
Es un pueblo que no se puede explicar. A un pueblo no se lo puede explicar simplemente porque la palabra pueblo no es una categoría lógica, es una categoría mítica. El pueblo mexicano no se puede explicar, esta riqueza, esta historia, esta alegría, esta capacidad de hacer fiesta en estas tragedias de las cuales ustedes me preguntaron. Yo no puedo decir otra cosa que esta unidad, que este pueblo haya logrado no fracasar, no terminar, con tantas guerras y cosas, cosas que suceden ahora, pero ahí en Ciudad Juárez había un pacto de 12 horas de paz por mi visita, después seguirán luchando entre ellos, los traficantes.
Un pueblo que aún tiene esta vitalidad solamente se explica por Guadalupe, y yo les invito a estudiar seriamente el hecho de Guadalupe. La Virgen está ahí. Yo no encuentro otra explicación, y sería lindo que ustedes como periodistas… hay algunos libros buenos que explican muy bien el cuadro, cómo es, lo que significa y así se podrá comprender un poco a este pueblo tan grande y tan bello.
Pregunta: Me gustaría saber ¿Qué le pidió a la Virgen de Guadalupe? porque estuvo mucho tiempo en la Iglesia rezando a la Guadalupe, y si Ud. sueña, en italiano o en español?
Respuesta: Yo diré que sueño en esperanto, no sé qué decir, una vez recuerdo un sueño en otro idioma, soñar en idiomas no, pero en mi psicología es así con palabras sueño poco.
He pedido por el mundo, por la paz, por muchas cosas y la pobrecilla ha acabado con la cabeza así. He pedido perdón. He pedido que la Iglesia crezca sana. He pedido por el pueblo mexicano y una cosa por la que he pedido mucho para que los curas sean buenos curas y las monjas buenas monjas, y los Obispos bueno, como el Señor lo quiere, esto lo he pedido mucho. Luego lo que un hijo le pide a la Mama es un poco secreto. ¿No?
Luego de las preguntas, el portavoz del Vaticano, el P. Federico Lombardi, introdujo la despedida de Alberto Gasbarri, que durante 47 años al servicio de la Iglesia y 37 de ellos como organizador de los viajes de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco.
Federico Lombardi: Como sabemos, este es el último viaje de Alberto Gasbarri, que está aquí conmigo, y que todos nosotros conocemos muy bien y al cual le estamos muy agradecidos por el servicio que ha desarrollado en todos estos viajes. Entonces, ahora nuestros colegas querrían decir una palabra a Alberto y hacerle también un pequeño regalo.
Papa Francisco: Solo una palabra. También yo repito lo mismo que dije al inicio: ¡muchas gracias! Me ha dado buenos consejos y sólo tiene un defecto: ¡no sabe calcular bien los kilómetros! (risas)
Después de que algunos periodistas le agradeciesen su labor, Gasbarri tomó la palabra.
Alberto Gasbarri: Muchas gracias Santo Padre, gracias a todos los colegas. Estoy emocionado por este momento. Naturalmente le doy las gracias al Papa Francisco por su confianza y su paciencia. Les cuento una pequeña anécdota. En noviembre estábamos en África, en Bangui, y el Santo Padre tenía que encontrarse con los obispo, y yo veo que va a la capilla donde, donde no estaban los obispos. Y digo: 'Pero, Santo Padre, debe reunirse con los obispos…' Y él me responde: 'Voy a la capilla para rezar a la Virgen para que me de mucha paciencia para soportar a Gasbarri'. (risas).
Ahora lo he liberado de una intención de oración… (risas). Muchas gracias, Santo Padre; gracias por todo. Naturalmente, mi pensamiento de gratitud va al Papa Benedicto, con el que tengo todavía una relación de afecto y devoción, naturalmente a San Juan Pablo II, al cual he dado 27 años, los mejores de mi vida –¡era joven! – y soy muy aficionado también a él. El último agradecimiento es para el Cardenal Tucci, al que todavía llamo 'padre' porque ha sido para mí un padre.
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