Cada 12 de febrero la Iglesia recuerda a Santa Eulalia de Barcelona, virgen y mártir, (ca. 290 - 304), patrona de la ciudad de Barcelona, Cataluña (España).
Santa Eulalia nació en Barcino, Hispania (Imperio Romano), a finales del siglo III, y murió martirizada cuando tenía 12 o 13 años por negarse a abandonar su fe. Estuvo incluida en el Martirologio romano hasta el año 2004 cuando fue retirada para sumarse a la lista de los ‘santos tradicionales’. Esto no quiere decir que Santa Eulalia no haya existido sino que su historicidad es difícil de establecer.
Sin embargo, pese a esta dificultad, Santa Eulalia como muchos otros santos y mártires han gozado de gran arraigo popular a lo largo de siglos y siglos, característica que dice muchísimo: precisamente es la tradición católica la que preserva la memoria de sus santos y santas. Por eso, también, su veneración está completamente permitida.
Las ediciones previas del Martirologio Romano daban cuenta de la joven mártir así: "El 12 de febrero, se conmemora a Santa Eulalia, mártir de España, muerta por proclamar su fe en Jesucristo". ¡Santa Eulalia, ruega por nosotros!
«¿Por qué me persigues?» (Hch 9, 4)
Un decreto emitido por el emperador Diocleciano (244-311) prohibía a los católicos dar culto a Jesucristo y les exigía adorar ídolos paganos so pena de terribles castigos. Eulalia, junto a miles de cristianos, fue víctima de aquel mandato y de la insanía desatada entre los que repudiaban el cristianismo. Lejos de dejarse amedrentar, la mayoría se mantuvo fiel al Señor pero, como sabemos, esa fidelidad les costó la vida a muchos, sin que importara siquiera que fueran niños. Ese fue el caso de Eulalia.