DENVER,
Rory Feek y su esposa Joey formaban uno de los dúos más famosos de música country en Estados Unidos. Aparte de ser grandes músicos también son grandes creyentes. Esa fe cristiana los ha sostenido en medio de una prueba muy dura: el cáncer terminal de Joey.
En febrero de 2014 Joey dio a luz a su hija Indiana, que tiene síndrome de down. Cuatro meses después le diagnosticaron cáncer cervical. Recibió tratamiento y mejoró. Sin embargo el año pasado Rory anunció que el cáncer había vuelto y que había llegado al colon.
En octubre del 2015 Rory dio a conocer que el cáncer de su esposa era terminal. Desde entonces él y Joey han recibido miles de correos y mensajes de apoyo. Aunque Rory indicó que "ya no se podía hacer nada" pidió las oraciones de todos para que "ocurra un milagro y para que el alma de Joey esté en paz".
Un mes después, Joey fue internada en un hospital. Le hicieron una operación que no funcionó. Entonces decidieron dejar el tratamiento y llevarla a la casa donde creció en Alexandria, en el estado de Indiana, donde ahora la cuidan. Allí recibe una dosis diaria de morfina porque el dolor aumenta progresivamente y la va consumiendo.