VATICANO,
El Papa Francisco hizo dos preguntas esta mañana desde la Plaza de San Pedro a los miles de fieles que le escuchaban: "¿Sabemos fiarnos realmente de la palabra del Señor? O sin embargo, ¿nos dejamos desanimar por nuestras faltas?".
Desde allí, comentó las lecturas de la liturgia del día antes del rezo del Ángelus, cuyo Evangelio habla de la llamada de los primeros discípulos de Jesús.
"En este Año de la misericordia estamos llamados a reconfortar a cuantos se sienten pecadores e indignos frente al Señor y abatidos por sus propios errores, diciéndoles a ellos mismos las palabras de Jesús: "No teman".
Francisco pidió también "que la Virgen María nos ayude a comprender cada vez más que ser discípulo significa poner nuestros pies en las huellas dejadas por el Maestro: son las huellas de la gracia divina que regenera la vida para todos".
El Papa explicó que en el Evangelio del día Jesús predica a la gente y después le dice a Pedro que eche las redes al mar. "Frente a este suceso extraordinario, los pescadores son presa de un gran estupor", recordó el Papa.
Jesús le responde: "No temas, desde ahora serás pescador de hombres". "Y de nuevo el pescador de Galilea, poniendo su confianza en esta palabra, deja todo y sigue a Aquél que se ha convertido en su Maestro y Señor", explicó el Papa.