ROMA,
Tras la llegada de los restos de San Pío de Pietrelcina y San Leopoldo a la ciudad de Roma (Italia) el fraile capuchino Helmut Rakowski, funcionario en lengua alemana del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, los llamó "santos íconos de la Misericordia que llegaron por la voluntad del Papa Francisco".
En diálogo con ACI Prensa, el fraile recordó la intención del Santo Padre de llevar los restos de ambos por el Año de la Misericordia: "en esta ocasión el papa Francisco desea promover fuertemente el sacramento de la reconciliación, y precisamente ambos han sido santos del confesionario que toda su vida se dedicaron a este sacramento".
Resaltó también los cerca de 60 años de vida sacerdotal en los que ambos "tenían que sentarse en bancos de madera por más de 15 horas al día para escuchar a la cantidad de feligreses que llegaban".
Asimismo el capuchino comparó las personalidades del par de santos y consideró que San Leopoldo "solía ser una persona muy amable y un confesor generoso", mientras que al padre Pío lo calificó de "duro".
"Pio pudo haber sido más duro en su comportamiento en el caso exclusivo en que las personas realmente no tuvieran el deseo de convertirse. Si ese era el caso él los mandaba de regreso sin la absolución, sin embargo el 99 por ciento regresaba. Era una forma de ayudar a que las personas tuvieran una conversión verdadera", destacó.
Sobre el ejemplo que los santos dejan a la Iglesia Católica, el fraile menciona que si bien estos no eran profesores ni teólogos y que no era necesario abrir un libro con sus escritos o epístolas, los fieles sí debían "abrir el libro de la vida de un santo como Pío, el libro de su cuerpo".