Planned Parenthood, la transnacional del aborto acusada de tráfico de órganos de bebés abortados en sus instalaciones en Estados Unidos, ha demandado a los activistas pro-vida que destaparon el escándalo. Al respecto, el abogado que defiende a los investigadores explica que los cargos usados contra ellos son infundados.
David Daleiden y Sandra Merrit pertenecen al Center for Medical Progress (CMP) y fueron quienes develaron el escándalo de Planned Parenthood. Su abogado, Peter Breem, explica que las acusaciones que ha hecho contra sus defendidos el gran jurado de Houston son infundadas porque ninguno ha violado la ley del estado de Texas ya que actuaron como periodistas encubiertos.
Daleiden y Merrit han sido acusados de "manipulación de un registro del gobierno", debido a que ambos usaron licencias de conducir falsas de California que tenían los nombres de "Robert Daoud Sarkis" y "Susan Tennenbaum". También han sido acusados por la "compra o venta de órganos humanos". Por estos cargos ambos podrían ser condenados hasta 20 años de cárcel y una multa de 10 mil dólares.
Ante esta situación, Breem explicó a ACI Prensa que la ley de Texas contempla el delito de robo de identidad en casos de delitos pero no prohíbe el uso de una identificación falsa cuando se trata de una investigación periodística encubierta, que es lo que Daleiden y Merrit hicieron para grabar los 11 videos en los que han difundido la oscura realidad de Planned Parenthood.
Uno de los personajes con los que estos investigadores pro-vida conversaron fue Melissa Farrell, Directora de Investigación de Planned Parenthood Gulf Coast. En uno de los videos, Farrell habló sobre el precio de los órganos, cómo se extraen y cómo se modifica el proceso para que salgan intactos.