VATICANO,
El Papa Francisco dirigió este viernes un discurso a los participantes de la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el que señaló que la fe cristiana no es solo conocimiento, "sino verdad que hay que vivir en el amor", por ello pidió volver a enseñar a los fieles que las obras de misericordia "son muy importantes".
El Santo Padre inició su discurso recordando que la misericordia es la base "que sostiene la vida de la Iglesia: de hecho la primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo".
En ese sentido, dijo que todo el pueblo cristiano debe redescubrir en este Año Santo las obras de misericordia corporales y espirituales, porque en el ocaso de la vida no solo se nos preguntará si hemos dado de comer al hambriento y de beber al sediento, sino también "si hemos ayudado a las personas a salir de sus dudas, si nos hemos comprometido a acoger a los pecadores, advirtiéndolos o corrigiéndolos, si hemos sido capaces de luchar contra la ignorancia, especialmente la relativa a la fe cristiana y a la vida buena".
"Esta atención a las obras de misericordia es importante: no son una devoción. Es la forma concreta en que los cristianos deben aplicar el espíritu de misericordia...Tenemos que volver a enseñar a los fieles que son muy importantes", exhortó.
Francisco explicó que "en la fe y en la caridad se produce una relación cognoscitiva y unificadora con el misterio del Amor, que es Dios mismo. Y sin dejar de ser Dios misterio en sí mismo, la misericordia efectiva de Dios se transformó en Jesús en misericordia afectiva, ya que se hizo hombre para la salvación de la humanidad".
"La tarea encomendada a vuestro dicasterio –afirmó– encuentra aquí su fundamento último y su justificación adecuada. La fe cristiana no sólo es conocimiento para conservar en la memoria, sino verdad que hay que vivir en el amor. Por lo tanto, junto con la doctrina de la fe, también hay que custodiar la integridad de las costumbres sobre todo en los ámbitos más sensibles de la vida".