SANTIAGO DE CHILE,
Espacios sanos y seguros, formación de agentes pastorales, institucionalidad y acompañamiento son los elementos que está trabajando la Iglesia en Chile, tras seis meses de vigencia de las "Líneas Guía"-documento que actualiza y mejora el Protocolo de 2003- para establecer procedimientos claros y coordinados en el manejo de abusos sexuales de menores.
Así lo destacó Pilar Ramírez, Coordinadora del "Consejo nacional de prevención de abusos sexuales a menores de edad y acompañamiento a víctimas", de la Conferencia Episcopal de Chile. Indicó que estos elementos constituyen la primera parte de un largo y progresivo camino iniciado en respuesta al llamado de "curación, renovación y reparación" que hizo el Papa Benedicto XVI a los católicos de Irlanda en marzo de 2010.
Espacios Sanos y Seguros
La Coordinadora del Consejo Nacional, Pilar Ramírez, conversó con ACI Prensa y dijo que "lo más novedoso" de las Líneas Guía es la prevención. El énfasis se encuentra en la autoprotección y autocuidado de los niños.
"El abuso sexual es un fenómeno complejo y multicausado por condiciones individuales, culturales, del agresor (…). El abuso sexual es un abuso de poder, es una relación asimétrica. Entonces lo preventivo debe tomar en cuenta al abusador, al niño y el contexto. Por eso no pondremos solo normas de seguridad y protocolos de acción sino también, activaremos a terceros- todas aquellas personas que prestan un servicio pastoral-", explicó Ramírez.
"Nosotros como Iglesia no vamos a ser cómplices del silencio sino que hablaremos del abuso sexual". Esto a la vez permitirá crear "espacios sanos y seguros para que cada individuo que está en la comunidad se desarrolle en forma integral, con la dignidad de hijos de Dios", manifestó la coordinadora.