VATICANO,
El Vaticano ha presentado esta mañana el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de este año con el título «"Misericordia quiero y no sacrificio" (Mt 9,13). Las obras de misericordia en el camino jubilar».
En el texto, Francisco asegura que a través de las obras de misericordia se puede mostrar al prójimo el amor de Dios, capaz de transformar "el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia".
"Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales".
Además, explica que la Cuaresma "es un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia".
El Pontífice indicó que "mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar".
"La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio" y por eso en la Cuaresma "enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios", explica el Papa.