ROMA,
En el marco del Año de la Misericordia, el Obispo católico de Rustavi (Georgia), Mons. Giuseppe Pasotto, abrió una Puerta Santa en un terreno en el que no existe iglesia y en el que durante años han querido construir una, un sueño que aún no se puede concretar porque las autoridades de esa nación mayoritariamente ortodoxa no conceden el permiso correspondiente.
En declaraciones a Radio In Blu, el Prelado dijo que "pese a que todos los documentos están listos el alcalde no ha firmado (la autorización). Entonces tuvimos la idea de abrir una Puerta Santa allí. La hemos puesto donde debe ir la puerta de la iglesia aunque no hay iglesia" que desean dedicar a la Divina Misericordia.
En una carta escrita a sus feligreses, el Obispo explica que "la puerta del Año Santo – que abrió el 7 de diciembre– es una puerta sin iglesia para entender que la misericordia no tiene paredes ni confines, no tiene el techo que impide ver la luz del sol y las estrellas, no tiene perímetro hacia dónde dirigirse, no tiene propietario porque es de todos, no tiene sitios para sentarse o acomodarse porque así se nos pide estar siempre activos, disponibles, listos los unos para los otros… ¡no tiene nada porque tiene todo!"
"Esta puerta nos recordará que la misericordia de Dios es inmensa, que la misericordia de Dios es para todos, que no hay nadie que no pueda ser abrazado por él, que la misericordia permite a la tierra tocar el cielo, que la misericordia es el aire que da vida, que hace respirar al hombre y lo proyecta hacia lo eterno, al infinito, como solo es el amor", resalta Mons. Pasotto.
La difícil situación de los católicos en Georgia
En esta nación los católicos son aproximadamente el 1 por ciento de la población y sufren una difícil convivencia con los ortodoxos que son la mayoría.