ROMA,
Hace unos días el P. Massimo Malinconi, párroco de Mezzana en la región de Trento en Italia, fue asaltado y golpeado por cuatro desconocidos en la puerta de la casa parroquial.
El P. Malinconi llevaba pocos más de un año como párroco en Mezzana. Terminada la Misa de Navidad se acercó a charlar con algunos feligreses y fue a tomar chocolate con un grupo de jóvenes. El sacerdote narró a Il Terreno que eran cerca de la 1:30 a.m. cuando llegó a casa.
"Me di cuenta que la puerta de la cocina estaba cerrada y, por suelo dejarla abierta. Dentro vi que había huellas en el suelo. Entonces me acerqué a la puerta que da al jardín (por donde entraron los ladrones). Cuando la abrí me topé con una figura negra, que tenía el rostro cubierto por un pasamontañas", dijo.
El hombre lo amenazó con golpearlo con un destornillador, el sacerdote indicó que por suerte llevaba puesto un chaleco pesado. Entonces comenzó una lucha entre ambos. Inmediatamente aparecieron otros tres individuos y lo golpearon.
"No pensé que querían matarme, solo imaginaba que me atarían, me amordazarían y que se robarían lo que pudiesen", expresó el sacerdote. Gritaba, pero no había nadie alrededor.
El sacerdote estaba en el suelo y los cuatro hombres no paraban de pegarle, especialmente en la cara y en la nariz. Sin embargo, él se resistía como podía. "Todo esto (la paliza) habrá durado un minuto", comentó.