En un reciente discurso anunciando nuevas medidas sobre el control de armas, lamentando la muerte de niños, un Barack Obama visiblemente conmovido derramó algunas lágrimas. Ante esto, la organización detrás de las denuncias de tráfico de órganos por parte de la multinacional del aborto Planned Parenthood Federation of America (PPFA) ha criticado el doble rasero del mandatario y le ha pedido que muestre también su compasión por los bebés abortados por esta organización.
En su discurso del 5 de enero de este año, el presidente de Estados Unidos recordó las muchas comunidades en las que el mal uso de las armas ocasionó pérdidas de vidas inocentes, como Columbine, Blacksburg, Newtown, Aurora, Tucson, Oak Creek, Charleston y San Bernardino.
En varios casos se trató de masacres realizadas al interior de escuelas, causando la muerte de jóvenes y niños.
"Cada vez que pienso en esos chicos, me enojo", dijo Obama, limpiándose las lágrimas que asomaban por su rostro.
Sin embargo, el mismo presidente Obama ha amenazado con vetar la recientemente aprobada ley para cortar los más de 500 millones de dólares en financiamiento público que recibe Planned Parenthood anualmente.
Una serie de videos publicados desde julio de 2015 revelaron que PPFA trafica con órganos y tejidos de los bebés abortados en sus instalaciones. Altas directivas de la multinacional aparecieron en las grabaciones negociando montos entre 35 y 100 dólares por "espécimen".