LA HABANA,
En Cuba "sí tenemos casos de presos políticos", afirmó Mons. Jorge Serpa Pérez, Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Penitenciaria del Episcopado cubano en una reciente entrevista, donde también explicó la realidad de las cárceles en la isla y las dificultades que afronta la Iglesia para poder evangelizar en las prisiones.
"Sabemos que hay presos que cumplen su condena por inseguridad social, que es como se le llama ahora para definir un problema o una situación que termina siendo política", señaló el Prelado en declaraciones a la revista Palabra Nueva, del Arzobispado de La Habana.
En la entrevista publicada el 23 de diciembre, Mons. Serpa dijo que "hace poco tiempo me llamó un periodista extranjero acreditado en Cuba, a quien le acababan de entregar un listado de presos políticos. Le respondí, '¿no será el mismo que yo tengo?'; 'pero no sé cuál es el que usted tiene', me dijo. Le propuse intercambiarnos las listas. Y, efectivamente, con excepción de dos o tres nombres, el resto coincidía".
"Afuera hay una efervescencia grande y confunden delincuentes con presos políticos. Pero aclaremos, sí tenemos casos de presos políticos, personas con largas condenas para las que he pedido –y no me cansaré de hacerlo–, como Iglesia, una revisión. Te hablo de personas cumpliendo cuarenta y siete, cuarenta años de prisión. En mi grupo hay siete color naranja, que son las cadenas perpetuas, y algunos de ellos son políticos", señaló.
La realidad que enfrenta la Pastoral Penitenciaria
Mons. Serpa, quien también es Obispo de Pinar del Río, indicó que en Cuba la Pastoral Penitenciaria es parte de la Pastoral Social y que sus agentes "no visitan al preso porque sean mejores o peores que él, sino porque ahí hay una célula que forma parte del cuerpo al cual ellos también pertenecen: la Iglesia. Ese 'estuve preso y me viniste a visitar' no es una cuestión tan tierna, es una acción muy real".