VATICANO,
Los gestos de bondad y solidaridad no son noticia para los medios, pero aunque estos signos de amor parezcan por momentos débiles u ocultos, "el bien vence siempre", afirmó el Papa Francisco en la Vísperas de la Solemnidad de María Madre de Dios y Te Deum de agradecimiento por el año 2015.
El Santo Padre presidió este jueves la última oración del año 2015 en la Basílica de San Pedro. En su homilía, el Pontífice hizo una breve reflexión sobre el año que culmina para exhortar a los fieles a "ir más allá de las dificultades del momento presente" y recuperar "los valores básicos de servicio, integridad y solidaridad".
Francisco, en referencia al Te Deum por fin de año, afirmó que "la Iglesia en tantas ocasiones siente la alegría y el deber de alzar su canto a Dios con estas palabras de alabanza que desde el siglo IV acompañan la oración en los momentos importantes de su peregrinar terreno". "Es la alegría del agradecimiento que casi espontáneamente fluye de nuestra oración para reconocer la presencia amorosa de Dios en los acontecimientos de nuestra historia".
Sin embargo, señaló que con frecuencia "sentimos que en la oración no basta solo nuestra voz. Ella necesita reforzarse con la compañía de todo el pueblo de Dios, que al unísono hace sentir su canto de agradecimiento. Por ello, en el Te Deum pedimos la ayuda de los ángeles, de los profetas y de toda la creación para alabar al Señor". "Con este himno –indicó-, recorremos de nuevo la historia de la salvación".
El Pontífice dijo que "en este Año Jubilar asumen una especial resonancia las palabras finales del himno de la Iglesia: 'Esté siempre con nosotros, o Señor, tu misericordia: en ti esperamos'. La compañía de la misericordia es luz para comprender mejor cuanto hemos vivido, y esperanza que nos acompaña al inicio de un nuevo año".