VATICANO,
El Papa Francisco dedicó su última catequesis del año 2015 a reflexionar sobre lo que podemos aprender de Dios hecho niño, recordó que seguimos viviendo la Navidad y dio una tarea especial para cuando se esté frente al pesebre del hogar.
En el marco de la Octava de Navidad, que la Iglesia celebra hasta el 1 de enero, el Papa presidió una multitudinaria Audiencia General. Pese al intenso frío miles de personas -incluyendo numerosas familias con niños pequeños- llegaron a la Plaza de San Pedro.
En su catequesis, el Papa destacó la tradición de hacer pesebres en los hogares "que se remonta a San Francisco de Asís y que mantiene vivo en nuestros corazones el misterio de Dios que se hace hombre".
También recordó que "la devoción al Niño Jesús está muy difundida" y aseguró que el hecho de que "Dios ha sido un niño", debe "tener un significado peculiar para nuestra fe".
"Para crecer en la fe tendremos necesidad de contemplar más a menudo al Niño Jesús", dijo el Papa pero admitió que "no conocemos nada de este período" salvo que le impusieron el nombre después de ocho días de nacido, la presentación en el Templo, la visita de los Magos, la fuga en Egipto y el episodio del templo a los 12 años de edad.
"Como se ve, sabemos poco del Niño Jesús, pero podemos aprender mucho de Él si miramos la vida de los niños. Es una bella costumbre, que los padres, los abuelos tienen, que es aquella de mirar a los niños, ver qué hacen", indicó.