A raíz de los tiroteos terroristas ocurridos el pasado 2 de diciembre en San Bernardino, Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos) reflexionó sobre la importancia y la utilidad de la oración, especialmente durante los momentos difíciles.
"Una sociedad secular tiende a ver sólo las causas materiales y sus efectos. Así que cuando tenemos problemas, buscamos 'soluciones' técnicas, nuevas leyes y procesos, nuevas tecnologías. La oración parece irrelevante porque no contribuye a una 'solución' o a producir 'resultados'", dijo al respecto el Prelado.
Sin embargo, Mons. Gómez indicó que los críticos seculares de la oración plantean preguntas sobre las que los católicos también deberían reflexionar: "¿Por qué deberíamos de orar y qué podemos 'esperar' cuando oramos? ¿Qué bien se logra? ¿'Funciona' realmente la oración?"
El Arzobispo respondió en primer lugar que Jesús fue quien nos enseñó a "orar y a esperar respuestas" y a "orar como niños que hablamos con nuestro Padre. Dijo que Dios siempre está escuchando y que nos cuida con el amor de un Padre bueno".
Por ello, afirmó que orar "no es 'no hacer nada'. De hecho, es hacer todo lo que podemos, porque le estamos pidiendo su ayuda a Dios. Y con Dios todas las cosas son posibles; todas las cosas son posibles para los que creen".
Más bien indicó, basándose en el Catecismo, que "la oración es una batalla" porque el mundo resulta ser bastante cruel y porque es difícil entender por qué Dios permite que haya tanto dolor, sufrimiento y violencia. "Muchas veces parece que los malos están "ganando" y que Dios no está escuchando", comentó el Prelado.