ROMA,
"Dos años después del estallido de la guerra civil continuamos esperando la paz, y quizás esta Navidad será diferente de las últimas dos, en que experimentamos sufrimiento y miedo", expresó una fuente misionera de Sudán del Sur, en África Occidental.
La República de Sudán del Sur, la nación más joven del mundo tras su separación de Sudán en 2011, vive desde hace dos años una feroz guerra civil, entre el ejército regular del país, leal al presidente Salva Kiir, y los rebeldes del ex vicepresidente Riek Machar.
En declaraciones recogidas por la agencia vaticana Fides, la fuente misionera –que pidió anonimato por razones de seguridad– señaló que "en todos los estados de la federación sur sudanesa se realizaron ceremonias para recordar a las víctimas de la guerra".
"A pesar del acuerdo de paz firmado el 15 de agosto, en diferentes zonas de Sudán del Sur la lucha continúa", lamentó.
La Organización de Naciones Unidas, continuó, "ha decidido fortalecer su misión de paz en Sudán del Sur con mil elementos, equipándolos con drones para monitorear las fuerzas de las tropas y que se respete el alto al fuego".
El principal problema en el país, de acuerdo a la fuente, es económico.