VATICANO,
Apenas cinco días después de abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano y dar inicio al Jubileo de la Misericordia, el Papa Francisco hizo lo propio con la Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán, Catedral de Roma, su diócesis. Este gesto se une al de las diócesis de todo el mundo que han visto como se abrían sus Puertas Santas para el Año Jubilar.
Después de la apertura, Francisco presidió una solemne Misa en la que recordó que este es el llamado domingo "De Gaudete", es decir, de la alegría y afirmó que debemos alegrarnos siempre y no estar tristes.
Al comentar las lecturas de la liturgia, señaló que "el motivo de la alegría está expresado con palabras que infunden esperanza, y permiten mirar el futuro con serenidad".
"El Señor ha condenado toda condena y ha decidido vivir en medio de nosotros", explicó.
Con la Navidad ya cerca, "no podemos dejarnos tomar por el cansancio, no está consentida ninguna forma de tristeza, tampoco si tenemos motivo por tantas preocupaciones y por las múltiples formas de violencia que hieren nuestra humanidad".