SANTIAGO,
En visita a Chile, invitado por la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, el Arzobispo Metropolita de las localidades sirias de Homs, Hama y Yabrud, Mons. Jean Abdo Arbach, dio a conocer, la muy complicada situación de los cristianos en esos lugares y la vital importancia que tiene en estos momentos la ayuda humanitaria para esas poblaciones.
En entrevista con ACI Prensa, Mons. Arbach afirmó que "los cristianos en Siria tenemos esperanza, tenemos optimismo, por eso seguimos trabajando para quedarnos en nuestro país (...) Hasta ahora, durante la guerra, seguimos adelante, no tenemos miedo. Y nuestra gente sigue adorando, rezando, acudiendo a la Iglesia, más que antes. Nuestra fe nos fortalece mucho".
Los cuatro años de conflicto en Siria han dejado cientos de miles de muertos, varios millones de refugiados y al menos seis millones de desplazados internos. Esta guerra es parte de la estrategia de Abu Bakr al-Baghdadi, líder del Estado Islámico, para dominar Siria e Irak en donde ha creado su autoproclamado califato.
"Nos acostumbramos a vivir en la guerra (…) No hay seguridad para ir de una provincia a otra, de una ciudad a otra y a veces en la misma ciudad. Hay ataques, enfrentamientos en las calles y también el entorno sigue con puntos de control", explicó Mons. Arbach.
El Arzobispo relató que cuando logró entrar a Homs el 25 de diciembre de 2014 vio las ruinas de los templos cristianos, las casas y de toda la vida civil. Si bien, en Siria hubo más de 800 templos y catedrales, "hoy se han destruido cerca de 750 iglesias, pero, todavía quedan algunas trabajando, gracias a Dios".
Mons. Arbach, designado en 2007 por Benedicto XVI, explicó que Siria, Líbano, Palestina, Jordania y Egipto han sido cuna del cristianismo. De ahí que para los rebeldes es tan importante asediar los templos de estos lugares como "signo de posesión y centro de organización".