VATICANO,
El Papa Francisco invitó esta mañana a abandonar "toda forma de miedo y temor" y vivir con alegría el encuentro con Cristo, que puede transformar la vida de cada hombre, así como participar en este Jubileo que muestra "la profundidad de la misericordia del Padre que acoge a todos".
El Santo Padre celebró a las 9,30 horas de Roma la Santa Misa de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y la apertura de la Puerta Santa con la que se ha dado inicio al Jubileo de la Misericordia, que se clausurará en todo el mundo el 20 de noviembre de 2016, fiesta de Cristo Rey.
En su homilía, Francisco pidió vivir "la alegría del encuentro con la gracia que lo transforma todo" y explicó que la Virgen María "es llamada en primer lugar a regocijarse por todo lo que el Señor ha hecho en ella".
"La gracia de Dios la ha envuelto, haciéndola digna de convertirse en la madre de Cristo. Cuando Gabriel entra en su casa, hasta el misterio más profundo, que va más más allá de la capacidad de la razón, se convierte para ella un motivo de alegría, de fe y de abandono a la palabra que se revela".
Por tanto, "la plenitud de la gracia puede transformar el corazón, y lo hace capaz de realizar un acto tan grande que puede cambiar la historia de la humanidad".
El Papa señaló que "la fiesta de la Inmaculada Concepción expresa la grandeza del amor Dios" puesto que además "Él no es sólo quien perdona el pecado, sino que en María llega a prevenir la culpa original que todo hombre lleva en sí cuando viene a este mundo. Es el amor de Dios el que previene, anticipa y salva".