MADRID,
Isabel Valdés es una enfermera especializada en embarazos y partos (matrona) y su mayor pasión es ayudar a las madres embarazadas a tener una gestación tranquila y segura. Sin embargo, su trabajo no siempre ha sido fácil ya que todavía tiene presente el día en el que se vio envuelta, con engaños por parte de un médico, en un aborto. Ese episodio la convirtió en una férrea defensora del derecho a la vida de todo ser humano.
"Yo siempre he estado a favor de la vida, nunca he estado a favor del aborto", cuenta la enfermera. Aunque ya han pasado varios años de ese trágico día, aún tiene fresco en la memoria el recuerdo de cómo lo que según el médico iba a ser la práctica de un "simple legrado" en realidad era un aborto. "Salieron trozos. Eran restos, aquello no era un legrado normal", asegura.
Un durísimo momento de su vida y de su carrera profesional, ya que a pesar de su compromiso con la defensa de la vida, había colaborado de manera involuntaria en lo que más rechaza. Aquello fue "repulsivo", un punto de inflexión para comprometerse con la defensa y el cuidado del no nacido.
Tras dejar ese trabajo, Isabel ha laborado en varios centros de salud de la Comunidad autónoma de Madrid y durante 20 años en una zona marginal, en donde asegura que ha encontrado todo tipo de casos.
"He tratado a mujeres con más de 23 abortos. Hay quienes creen que es un método de planificación familiar más, pero no lo es. Hay que hablar muy claramente", narra Valdés a ACI Prensa.
La matrona es consciente de que hay situaciones en los que "puede ser difícil tomar una decisión a favor de la vida", por eso subraya la importancia de acompañar a las madres que "a veces están solas o confusas" ya que el "ambiente económico y familiar puede estar totalmente en su contra".