VATICANO,
Antes de dar comienzo la Audiencia General en la Plaza de San Pedro el pasado miércoles, el Papa Francisco bendijo personalmente una "auto-capilla" del Santuario de la Virgen de Pompeya.
Se trata de una capilla instalada en un automóvil que permite llevar a todas las diócesis del mundo la imagen de la Virgen de Pompeya, el Santuario que se encuentra en Nápoles y que fue visitado por el Pontífice el pasado mes de marzo.
La "auto-capilla" fue renovada después de un robo que sufrió en 2009 y en ella se transporta el icono de la Virgen del Rosario de Pompeya a las diócesis que lo solicitan.
Las "misiones" que se realizan durante el año alcanzan todas las regiones de Italia y, en el transcurso de los años, han llegado incluso a Australia, Estados Unidos, Canadá y Malta.
El Pontífice animó a los responsables a continuar con estas Misiones cuya tradición nació en los años 50 con el objetivo de evangelizar a través del Rosario.
Bartolo Longo fue el fundador del Santuario dedicado a la Virgen María y fue beatificado por San Juan Pablo II el 26 de octubre de 1980. Longo, al final de su camino de conversión, descubrió que la esencia de su vocación era la de difundir el Rosario, como le anunció la propia Virgen María.