21 de noviembre de 2024 Donar
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Polonia ve como héroes a mártires asesinados por terroristas en Perú

Imagen de los sacerdotes mártires Alessandro Dordi, Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski en Catedral de Nuevo Chimbote. Foto: David Ramos / ACI Prensa.

Los mártires asesinados por el grupo terrorista marxista Sendero Luminoso en 1991, y que serán beatificados el 5 de diciembre en Chimbote (Perú), "son para nosotros héroes", aseguró un periodista polaco enviado especialmente para la ceremonia. Un sacerdote que ejerce su ministerio en la misma zona en la que murieron dos de los mártires añadió que si bien nacieron en Polonia, "Dios les mandó al Perú".

Jacek Tacik es un periodista de Telewizja Polska (TVP), la corporación televisiva más grande de Polonia –de fondos públicos–. Desde hace unos días se encuentra en Chimbote para cubrir la beatificación de los mártires.

En 1991, Sendero Luminoso, que buscó durante más desde 1980 y por más de una década hacerse con el poder en Perú, acabó con la vida de tres sacerdotes pues, de acuerdo al fundador del grupo terrorista, su evangelización era un obstáculo para el adoctrinamiento en los poblados peruanos.

Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, Franciscanos Conventuales, tenían 31 y 33 años respectivamente cuando fueron asesinados el 9 de agosto en Pariacoto, poblado de la sierra de la región Ancash, a la que también pertenece Chimbote.

Sendero Luminoso mató al presbítero italiano Alessandro Dordi en una emboscada en la localidad de Vinzos, a poca distancia de Chimbote, el 25 de agosto.

"Vinimos aquí para cubrir la beatificación de sacerdotes polacos, de padres polacos que fueron como sabes asesinados en 1991 por terroristas", explicó Jacek a ACI Prensa el 4 de diciembre.

"El pueblo polaco, Polonia, es muy católico, es un país muy cristiano, como sabes tuvimos un gran hombre, Juan Pablo II, Papa polaco santo que visitó esta región en la década de 1980", añadió.

En Polonia, indicó el periodista, "somos muy conscientes de este tipo de personas, que son para nosotros héroes".

"Fueron asesinados debido a su fe, estaban haciendo buenas cosas aquí, estaban ayudando personas en 1991, también antes", señaló. Esta época, lamentó, "fue un tiempo muy duro para ustedes, para el pueblo peruano aquí, en esta región, en Pariacoto, en Chimbote. Para nosotros, para los polacos, ellos fueron muy, muy valientes".

Jacek aseguró que los polacos "estamos muy orgullosos de tener este tipo de personas, pero no podemos decir que son solo nuestros", pues "ahora también son héroes de Perú".

"Fueron asesinados aquí, están enterrados aquí. No podemos decir que solo sean polacos. Son polacos, pero también son de Perú", reiteró.

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"Dios les mandó al Perú"

Fray Jacinto es también polaco y, como los mártires Miguel y Zbigniew, despliega su labor evangelizadora como misionero en Pariacoto.

Ambos mártires, señaló el sacerdote, "son polacos, y seguramente en Polonia esta beatificación tendrá su eco y su espacio, pero Dios les mandó al Perú, a Pariacoto, y son santos peruanos".

En declaraciones a ACI Prensa, el también franciscano conventual destacó que el hecho de que sean beatos "que murieron hace poco" tiene un profundo impacto en el pueblo peruano, pues "muchas de estas personas vivieron la época del terrorismo, muchas de estas personas han perdido sus familiares en este conflicto militar".

"Esta beatificación es el tiempo de reconciliación, de mirar estas victimas inocentes: 70 mil personas que murieron en este conflicto", dijo, al tiempo que subrayó que se debe buscar "reconciliarse, hacer memoria y no volver nunca a esos tiempos".

Fray Jacinto destacó que el pueblo de Pariacoto, que conoció a los mártires, fue el primero en promover "esta fama de santidad entre ellos".

"Son los lugareños, los pariacotinos, los que primero consideraron como santos a los beatos", destacó, y explicó que ellos fueron quienes recurrieron al Obispo y a las autoridades de la Iglesia "a dar pasos para la beatificación".

"Esto significa que lo que (los mártires) hicieron, el servicio pastoral que brindaron en esta zona, tuvo un eco extraordinario, de tal forma que la gente les consideró como santitos cuando murieron", indicó.

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