VATICANO,
El Papa Francisco habló de su reciente viaje a África en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro. A su vez, invitó a los jóvenes a pensar en su vocación y si el Señor les llama quizás a ser misioneros y evangelizar en cualquier lugar del mundo.
Los misioneros son "hombres y mujeres que han dejado todo, la patria, desde jóvenes y se han ido allí, en una vida de tanto y tanto trabajo, a veces durmiendo sobre la tierra, toda la vida", dijo Francisco.
A continuación contó una anécdota que le ocurrió en la República Centroafricana: "En un momento encontré en Bangui a una religiosa, italiana, se veía que era anciana: '¿Cuántos años tiene?', le pregunté. '81'. 'Ah, no tantos… dos más que yo, no tantos'. Estaba con una niña, y la niña en italiano le decía "abuela" a la monja. 81 años y estaba allí desde que tenía 23-24 años. Toda la vida. Y como ella muchos. 'Pero yo no soy de aquí, soy del país vecino, del Congo, pero he venido en canoa con esta niña'".
"Así son los misioneros, valientes. '¿Y qué hace usted, hermana?'. 'Yo soy enfermera y después he estudiado un poco y me he convertido en matrona, he ayudado a nacer 3.280 niños'".
"Toda una vida por la vida, por la vida de los otros, y como esta hermana hay muchos, muchos hermanas, muchos sacerdotes, tantos religiosos, que queman su vida por anunciar a Jesucristo. Es hermosos esto".
El Papa continuó improvisando: "Yo querría decir una cosa a los jóvenes… hay pocos porque la natalidad es un lujo, parece, en Europa. Natalidad 0%, natalidad 1%. Pero me dirijo a los jóvenes: piensen qué hacer de su vida, piensen en esta monja y en tantas como ella, que han dado la vida y muchos han muerto allí. La 'misionariedad', no es hacer proselitismo, porque me decía esta hermana que las mujeres musulmanas van donde ellas porque saben que las monjas son enfermeras buenas que las curan bien, y no les hacen catequesis para convertirlas, sino testimonio, y luego a quien quiere les hacen la catequesis. ¡Testimonio! Esta es la gran 'misionariedad' heroica de la Iglesia: anunciar a Jesucristo con la propia vida".