ROMA,
En la conferencia de prensa que brindó, como suele hace de regreso de sus viajes internacionales, el Papa Francisco contestó una extensa pregunta que él consideró "pequeña" sobre el SIDA y el preservativo.
A continuación la pregunta que le hicieron al Papa y su respuesta:
Pregunta: El SIDA golpea duramente en África. La medicación permite que la gente viva más tiempo, ayuda a la gente pero la epidemia continúa. En Uganda solo el año pasado 135 mil nuevas infecciones. En Kenia la situación es aún peor. El HIV es la más grande causa de muerte en África. Usted se ha encontrado con niños seropositivos y un testimonio conmovedor en Uganda, pero ha dicho poco sobre la cuestión. Sabemos que la prevención es una clave. También sabemos que el preservativo no es el único modo para parar la epidemia pero parte importante de la respuesta. ¿No es tal vez el tiempo de cambiar la posición de la Iglesia en este sentido para permitir el uso de preservativos para evitar nuevas infecciones?
Respuesta: La pregunta me parece demasiado pequeña. Me parece también una pregunta parcial. Sí, es uno de los métodos. La moral de la Iglesia se encuentra, pienso, en este punto, frente a una perplejidad. O el quinto o el sexto mandamiento: la vida o que la relación sexual esté abierta a la vida. Pero este no es el problema. El problema es más grande. Esta pregunta me hace pensar en la que le hicieron a Jesús una vez: "Dime, maestro, ¿es lícito curar el sábado?" Es obligatorio curar. Esta pregunta si es lícito curar. La malnutrición, el trabajo esclavo, la explotación, la falta de agua potable... Esos son los problemas.
No hablemos de si se puede usar esta tirita o no para esa herida. El gran problema la injusticia social, la injusticia del medio ambiente. A mí no me gusta bajar a preguntas, a reflexiones tan casuísticas cuando la gente muere por falta de agua, de pan, de hábitat.
Cuando todos estén curados, cuando no haya estas enfermedades trágicas que hace el hombre, tanto para las injusticias sociales o para ganar más dinero. Pienso en el tráfico de armas. Cuando no haya estos problemas creo que se puede hacer la pregunta: "¿Es lícito curar el sábado?"