NAIROBI,
El Papa Francisco improvisó un discurso en español hoy en su encuentro con el clero, religiosos, religiosas y seminaristas para hablarles "de mi corazón a ustedes". En el mensaje, el Santo Padre les advirtió sobre un pecado "que le da asco a Dios" y le hace vomitar.
El Santo Padre recordó que "San Pablo le decía a sus discípulos 'acordate de Jesucristo, acordate de Jesucristo crucificado'", y señaló que "cuando un consagrado, una consagrada, un sacerdote se olvida de Cristo crucificado, pobrecito, cayó en un pecado muy feo, un pecado que le da asco a Dios, que hace vomitar a Dios, el pecado de la tibieza".
"Queridos sacerdotes, hermanas, hermanos, cuiden de no caer en el pecado de la tibieza", exhortó el Papa.
Francisco pidió a los sacerdotes y consagrados que "nunca se alejen de Jesús. Esto quiere decir que nunca dejen de orar. 'Padre, pero a veces es tan aburrido orar, uno se cansa, se duerme'. Dormite delante del Señor, es una manera de rezar, pero quédate ahí delante del Señor, rezá, no dejes la oración".
El Papa advirtió que "si un consagrado deja la oración, el alma se seca, como esos higos ya secos, son feos, tienen una apariencia fea. El alma de una religiosa, de un religioso, de un sacerdote que no reza es un alma fea. Perdón, pero es así".