1.- En las últimas semanas hemos asistido con dolor y vergüenza a la divulgación de acusaciones verosímiles sobre graves inconductas y abusos cometidos por Luis Fernando Figari y otros miembros del Sodalicio de Vida Cristiana, que deben ser materia de esclarecimiento.
2.- Para asegurar el máximo rigor e imparcialidad en esa tarea hemos convocado a un grupo de profesionales de reconocida calidad e independencia, para conformar una Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación, que tendrá como objetivo revisar lo ocurrido, ofrecer a las víctimas la máxima asistencia posible y plantear las correcciones necesarias.
3.-La Comisión está integrada por:
Dr. Manuel Sánchez-Palacios Paiva, quien ha sido Presidente del Jurado Nacional de Elecciones y distinguido Vocal de la Corte Suprema de la República.
Dra. Rosario Fernández Figueroa, abogada,quien ha sido Presidenta del Consejo de Ministros y Ministra de Justicia.
Mons. Carlos García Camader, Obispo de Lurín, ha sido Director de Pastoral Vocacional en la Arquidiócesis de Lima y Rector del Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo.
Dra. Maíta García Trovato, médico cirujano con especialización en psiquiatría, ex Directora General del Instituto Nacional de Salud Mental e integró la Comisión que investigó y denunció los abusos del Programa de Anticoncepción Quirúrgica.
Sr. Miguel Humberto Aguirre, periodista, Director de Contenidos del Grupo RPP, quien ha sido Coordinador general y Director de internet.
4.- La Comisión ha sido instalada y tiene un plazo de 150 días calendarios. Sus miembros han suscrito un acuerdo de confidencialidad. El modo de dirigir cualquier caso o queja a la Comisión será con un testimonio escrito y firmado, enviado en sobre cerrado a Casilla Postal No. 27030 Libertadores 325, San Isidro, Lima, Perú, indicando una dirección electrónica o teléfono de contacto.
5.- La información de aquellos casos que deban ser puestos en manos de la justicia civil o canónica será entregada a dichos fueros según los procedimientos aplicables.
6.- Esta iniciativa es parte del compromiso que hemos asumido de llevar adelante una etapa de Revisión, Reconciliación y Renovación en nuestra comunidad. Eso implica un proceso profundo de examen y cuestionamiento de las prácticas y procesos de nuestra organización, de manera que podamos enfrentar y resolver los problemas causados por el comportamiento condenable de algunos. Todo aspecto incoherente con los valores cristianos que debemos servir deben ser claramente replanteados.