MADRID,
El portavoz de los obispos españoles, el P. José María Gil Tamayo, ha condenado los atentados terroristas de París y también lo sucedido en Mali el viernes 20 de noviembre. Calificó de "perversión del hecho religioso" utilizar la violencia en nombre de Dios y pidió que la sociedad "no se acostumbre al sufrimiento".
También recordó que "hay que servir a la causa de la paz" "el uso de la violencia no es conforme a un hecho verdadero del hecho religioso", "es una blasfemia, atentar y profanar el nombre de Dios con la violencia".
En ese sentido también precisó que "no podemos generalizar y confundir una minoría fundamentalista y poner en cuestión la fe sincera de tantos millones de personas. En esto tenemos que ser muy justos y muy delicados".
El portavoz de la CEE recordó que el laicismo y el fundamentalismo son los "principales peligros para la paz". Porque hay quienes "quieren excluir el hecho religioso de la vida social y pública como si no existiera y reducirlo al ámbito de lo privado".
Además precisó que el marco constitucional español es "aconfesional, pero no laicista. No es un estado laico que prescinde del hecho religioso o está en contra".
El segundo peligro al que se refirió el portavoz fue el fundamentalismo "de aquellos que exacerban el sentido religioso hasta el punto de querer imponerlo por la fuerza o llevar el nombre de dios para intereses humanos con la violencia".