VATICANO,
El Papa Francisco recibió a los participantes del congreso mundial "Educar hoy y mañana: Una pasión que se renueva" que se ha realizado en Roma entre el 18 y el 21 de noviembre, y explicó cómo debe ser la educación para las nuevas generaciones ante los diversos desafíos que presenta el mundo de hoy que se ha cerrado a la trascendencia.
El evento ha sido promovido por la Congregación para la Educación Católica para conmemorar los 50 años de la declaración sobre la educación cristiana Gravissimum educationis del Concilio Vaticano II y los 25 años de la Ex corde Ecclesiae, la constitución apostólica de San Juan Pablo II que rige a todas las universidades católicas del mundo.
En la audiencia realizada esta mañana en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Papa Francisco respondió de manera improvisada a las preguntas de algunos de los asistentes y explicó que "educar es introducir en la totalidad de la verdad".
"No se puede hablar de educación católica sin hablar de humanidad. La identidad católica es Dios que se ha hecho hombre. Ir adelante en las actitudes, en los valores humanos plenos abre la puerta a la semilla cristiana".
El Santo Padre dijo luego que "educar cristianamente no es solo hacer catequesis. No es solo hacer proselitismo, no lo hagan nunca en las escuelas. Es en realidad llevar adelante a los jóvenes en los valores humanos, en toda la realidad, incluida la trascendencia".
"Hoy –prosiguió– existe la tendencia de un neopositivismo, de educar en las cosas inmanentes, y esto se da en los países cristianos y en los de tradición pagana. La crisis más grande de la educación es cerrar las puertas a la trascendencia. Es necesario educar humanamente con horizontes abiertos porque ningún cierre sirve para la educación".