VATICANO,
El Papa Francisco delineó un programa de acción para los obispos de Alemania ante la "erosión de la fe católica" en ese país donde menos del 10 por ciento de los fieles va a Misa, la confesión casi ha desaparecido, las vocaciones han disminuido notablemente y en donde diversos prelados apoyan la propuesta de darle la comunión a los divorciados en nueva unión, algo contrario a la doctrina de la Iglesia.
En el discurso que entregó a los obispos de Alemania que se encuentran en el Vaticano realizando su visita ad limina –liderados por el Cardenal Reinhard Marx que en el Sínodo de los Obispos sobre la Familia promovió el acceso a la comunión para los divorciados en nueva unión– el Santo Padre describió la situación crítica de la Iglesia en ese país europeo.
El Pontífice afirma que "se nota particularmente en las regiones de tradición católica una caída muy fuerte de la participación en la Misa dominical y también de la vida sacramental. Donde en los años 60's casi todos los fieles participaban todos los domingos en la Santa Misa, hoy son menos del diez por ciento".
Esta situación se agrava, continúa el Papa, porque "el sacramento de la Penitencia con frecuencia ha desaparecido. Cada vez menos católicos reciben la Confirmación o contraen un matrimonio católico. El número de vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada ha disminuido notablemente".
"Considerando estos hechos, se puede hablar verdaderamente de una erosión de la fe católica en Alemania".
Ante esta situación, el Santo Padre explica que lo primero que debe hacerse es "superar la resignación que paraliza. Ciertamente no es posible reconstruir con lo que ha quedado de los 'bellos tiempos avanzados' aquello que existía ayer".