VATICANO,
Esta mañana, al presidir la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió que la Iglesia siempre sufrirá la tentación de un poder que no es el que Jesucristo quiere para ella, y aseguró que donde está Jesús no hay lugar para la mundanidad ni la corrupción.
El Santo Padre recordó el Evangelio de hoy, en el que los jefes del Templo, los jefes de los sacerdotes y los escribas "habían entrado en un proceso de degradación y haciendo que el Templo resultara 'sucio'. ¡Habían ensuciado el Templo!".
"El Templo es un icono de la Iglesia", explicó el Papa. "¡La Iglesia siempre, siempre, sufrirá la tentación de la mundanidad y la tentación de un poder que no es el poder que Jesucristo quiere para ella!".
"Jesús no dice: 'No, no se hace esto. Háganlo afuera'. Dice: '¡Ustedes han hecho una cueva de ladrones aquí!'. Y cuando la Iglesia entra en este proceso de degradación el final es muy feo. ¡Muy feo!", advirtió.
Francisco señaló que "siempre está en la Iglesia la tentación de la corrupción. Sucede cuando la Iglesia, en lugar de estar apegada a la fidelidad al Señor Jesús, al Señor de la paz, de la alegría, de la salvación, cuando en lugar de hacer esto está apegada al dinero y al poder.
"Esto sucede aquí, en este Evangelio" indicó el Papa, señalando que "estos jefes de los sacerdotes, estos escribas estaban apegados al dinero, al poder, y se habían olvidado del espíritu. Y para justificarse y decir que eran justos, que eran buenos, habían cambiado el espíritu de libertad del Señor con la rigidez".