ASUNCIÓN,
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, defendió la postura pro-vida del gobierno y afirmó que la decisión de evitar que una niña de diez años abortara a mediados de año se hizo siguiendo lo que manda la Constitución. Hoy "la madre está viva, la hija también. Están bajo cuidado", señaló.
En declaraciones difundidas por la prensa, el mandatario se refirió al caso de la niña que quedó embarazada luego de ser violada por su padrastro. Un hecho que conmovió al país, pero que fue manipulado por organizaciones feministas –en paralelo con la ONU– para exigir la despenalización del aborto.
Sin embargo, durante todo el tiempo que duró el embarazo, el gobierno de Cartes rechazó las presiones para poder proteger la vida de la menor y del no nacido. "Hicimos lo que nos dictó la conciencia, lo que manda la Constitución y lo que mandan nuestras convicciones religiosas. Somos más de 80 por ciento de católicos en Paraguay", expresó el jefe de Estado.
"A quienes proponían que aborte esa chica, podían pasar dos cosas: una vida menos, seguro. Podían ser dos vidas menos", añadió Cartes.
En referencia a las presiones, el Presidente dijo que "fueron momentos de mucha tensión". Sin embargo, hoy "la madre está viva, la hija también. Están bajo cuidado, conforme manda la Constitución y conforme a los dictados de la Iglesia".
En ese sentido, al ser preguntado si habría alguna flexibilización de la posición oficial, Cartes respondió que "particularmente, creo que hemos dejado testimonio de nuestras convicciones".