ROMA,
El Patriarca caldeo de Bagdad (Irak), Mons. Louis Sako, señaló que irá a los tribunales internacionales de derechos humanos para evitar que los niños cristianos sean islamizados, bajo una ley que exige esto cuando uno de los padres se ha convertido en musulmán.
Así lo informó en declaraciones a Radio Vaticana ayer 11 de noviembre, un día después de la manifestación realizada en la iglesia caldea de San Jorge para rechazar esta ley. La protesta fue convocada por el Patriarca y reunió a cristianos y miembros de otras comunidades religiosas iraquíes no musulmanas.
El pasado 27 de octubre la mayoría del parlamento iraquí rechazó modificar esta ley y establecer que en caso que uno de los padres se convierta al Islam, el menor debe permanecer en la religión originaria hasta cumplir los 18 años de edad, después de lo cual podrá decidir a cuál credo pertenecer.
"Iré a la Comisión de Derechos de Humanos (de la ONU) en Ginebra, y después también al Tribunal Internacional", indicó Mons. Sako, al explicar que será asesorado por juristas expertos.
La ley que obliga a la conversión de los niños tiene cerca de 20 años. Mons. Sako dijo a Radio Vaticana que "el mundo ha cambiado, hay una nueva cultura y más libertad en Irak. Antes había dictadura, hoy podemos manifestarnos en las calles, criticar".
"La Constitución cambió y por tanto debe cambiar todo. El deber del gobierno no es poner barreras entre la gente o los ciudadanos, sino construir una sociedad secular, con tanta dignidad y libertad. No podemos vivir en un estado teocrático como en el siglo VII, hoy no es aceptable", señaló.