ROMA,
El Papa Francisco compartió hoy almuerzo con 60 pobres de la ciudad de Florencia que son atendidos cada día por la Cáritas de "San Francisco Pobre". Fue servido en platos de plástico y acompañado por agua del grifo, según anticipó la revista italiana Famiglia Cristiana.
El Santo Padre fue recibido entre aplausos y con diversas muestras de afecto por parte de los presentes. Entre los comensales se encontraban personas de varios lugares del mundo: 30 de Italia y el resto de países como Sri Lanka, Filipinas, Rumanía, Ucrania y Perú.
Uno de los encargados de "San Francisco Pobre" le dio al Papa una tarjeta para poder ingresar al recinto y le explicó que "todos los días, los que vienen a comer gratis reciben una pequeña tarjeta. Le damos una ahora a nuestro Cardenal y una a usted. De ese modo usted queda registrado y ya puede entrar".
Entre los asistentes no solo había católicos sino también musulmanes y de otras confesiones religiosas. Francisco saludó a decenas de invitados uno por uno, firmó en el libro de visitas y bendijo la fotografía de un joven enfermo.
Entre alguno de los regalos que recibió, un hombre originario del Perú le obsequió un tradicional chullo (gorro típico de los pobladores de los Andes) y le dijo que "esto es de parte del corazón de todos los peruanos", gesto que el Santo Padre agradeció con una sonrisa.
Antes de comenzar el almuerzo, el Pontífice bendijo los alimentos y luego compartió el menú que estuvo compuesto de un plato típico toscano (región de Italia en la que se encuentra situada Florencia) llamado "ribollita" ("recocido") que se elabora con pan duro, verduras y legumbres y es típico del invierno.