BUENOS AIRES,
No nos encerremos en nuestras preocupaciones y salgamos al encuentro de los enfermos, llevándoles una palabra, una oración, gestos que sean como una "caricia de Dios", exhortó el Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz (Argentina), Mons. José María Arancedo, en el marco de la Jornada Nacional del Enfermo que se celebra en el país.
Durante la Misa dominical, el Prelado señaló que esta jornada invita a dirigir la mirada a "ese hermano nuestro que vive momentos de fragilidad por su enfermedad, pero también a todas las personas que cuidan a un enfermo, pienso en sus familiares y en ese gran número de profesionales, enfermeros y enfermeras que con su presencia y dedicación los acompañan".
En ese sentido, sugirió leer el capítulo 25 del evangelio de San Mateo donde se habla de las obras de misericordia, sobre todo ahora que falta poco para el inicio del Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco.
Practicar estas obras, señaló, "requiere que sepamos salir de nosotros para ir y ver a mi hermano, no quedarnos encerrados en nuestras preocupaciones, sino saber mirar y asistir al enfermo. Una palabra, una oración, una visita son gestos esperados y necesarios, son como 'la caricia de Dios', que el enfermo necesita y espera".
"No hablamos de la enfermedad sino del enfermo. Esto nos ubica en una relación personal con todo lo que ello significa de respeto a su vida y dignidad. Uno de los rasgos que vemos en Jesucristo es su cercanía con el dolor, con los que sufren, con los enfermos. Podemos decir que la cercanía con el enfermo es un tema evangélico, un camino que nos debe interrogar en nuestro seguimiento a Jesucristo en una de las obras de misericordia", añadió.
Mons. Arancedo recordó que "la certeza de que Dios no abandona a sus hijos es que nos ha enviado a su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para acompañarnos. Esta presencia y compañía de Jesús con el que sufre está llamada a prolongarse en cada cristiano que viva con autenticidad su fe. Cristo en ustedes, nos diría san Pablo, es la presencia del amor y la misericordia de Dios".