VATICANO,
El Papa Francisco pidió esta mañana que la actividad empresarial y económica utilice una "ética que ponga en el centro a la persona y a la comunidad" y se respete la dignidad de los trabajadores, en especial de las mujeres, que tienen la vocación de ser madres.
Al recibir esta mañana en audiencia a la Unión Cristiana de Emprendedores Dirigentes (UCID) –una asociación privada de fieles regulada según el código de Derecho Canónico y cuya misión principal es desarrollar la Doctrina Social de la Iglesia en la actividad empresarial– el Pontífice manifestó que la empresa y la oficina pueden ser "lugares de santificación".
"La empresa es un bien de interés común" y "la economía y la empresa tienen necesidad de la ética para su correcto funcionamiento", pero "no de una ética cualquiera, sino de una ética que ponga en el centro a la persona y a la comunidad".
"Es decisivo tener una atención especial por la calidad de la vida de los empleados, que son el recurso más preciado de una empresa, en particular para favorecer la armonía entre trabajo y familia", añadió.
El Papa dijo pensar especialmente en las trabajadoras, puesto que "el desafío es tutelar al mismo tiempo su derecho a un trabajo plenamente reconocido tanto en su vocación a la maternidad como a la presencia en la familia".
"Cuántas veces, cuántas veces hemos escuchado que una mujer va al jefe y le dice: 'Debo decirle que esto embarazada' – 'Desde final de mes no trabajaré más'. La mujer debe ser cuidada, ayudada en este doble trabajo: el derecho de trabajar y el derecho de la maternidad. Calidad es también la responsabilidad de las empresas por la defensa y el cuidado y por realizar un progreso, más sano, más humano, más social y más integral", añadió.