VATICANO,
El Papa Francisco afirmó hoy que los cristianos "estamos profundamente convencidos de que el objetivo final, el más digno de la persona y de la comunidad humana, es la abolición de la guerra" por lo que "debemos siempre tratar de construir puentes que unan y no muros que separen".
Al recibir en audiencia a los participantes en el IV Curso de formación de los capellanes militares en el Derecho Internacional Humanitario, organizado por la Congregación para los Obispos, por el Pontificio Consejo de la Justicia y la Paz, y por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso también manifestó que "la guerra deja siempre una marca indeleble".
"Ustedes vienen de diferentes países para reflexionar juntos sobre algunos de los retos actuales del derecho internacional humanitario, relativos a la protección de la dignidad humana durante los conflictos armados internos y los llamados 'nuevos conflictos armados'".
"Se trata, por desgracia, de un tema de gran actualidad, sobre todo si pensamos en la intensificación de la violencia y el aumento de las zonas de guerra en las diversas partes del mundo, como África, Europa y Oriente Medio", dijo Francisco.
El Papa habló de cómo la guerra rompe las relaciones entre hermanos y entre naciones y manifestó que también "desfigura a aquellos que son testigos de tales atrocidades".
"Muchos militares regresan después de las operaciones de guerra o de misiones de paz con heridas internas reales. La guerra puede dejar una marca indeleble en ellos. La guerra, de hecho, siempre deja una marca indeleble".